Es muy posible que, si haces memoria, recordarás alguna vez en la cual se han burlado, te han insultado o amenazado, o quizás, incluso, te han agredido físicamente. Estas situaciones nos hacen enfadar y/o ponernos tristes.
A menudo, el acoso empieza con una broma que, poco a poco, va derivando en un ataque continuo hacia la persona.
Hablamos de
bullying cuando se realizan
conductas que buscan herir, atemorizar o intimidar a una persona mediante la agresión verbal, física o la exclusión social. Estas conductas tienen tres características fundamentales:
- Existe un desequilibrio de poder o abuso (el agresor es más fuerte físicamente o son varios agresores).
- Los incidentes se repiten a menudo a lo largo del tiempo.
- El agresor o agresores actúan de manera intencionada.